Castillo de Ampudia |
La primera vez que visité Ampudia, tengo que confesar que nunca hubiera imaginado la enorme sorpresa que te llevas al divisar sobre el horizonte terracampino la impresionante torre que corona el cielo de esta noble villa castellana; localidad palentina perteneciente a la más gentil "Tierra de Campos" castellana. Una extraordinaria sensación que según te vas acercando a la localidad, aumenta, exponencialmente, al tamaño de la vertiginosa altura que alcanza su impresionante y esbelta torre. Construcción cúspide de la obra arquitectónica eclesiástica con cerca de quinientos años, conocida, hoy, como la Giralda de Castilla y, también, como la Giralda de Tierra de Campos, ahí es nada.
La Giralda de Campos forma parte de la Colegiata de San Miguel, una impresionante edificación que sorprende gratamente al visitante por sus enormes dimensiones, por la riqueza arquitectónica de sus tres naves y, por supuesto, por la grandiosidad de su adosada torre. Este conjunto urbanístico está en perfecta sintonía, tanto con la cuidada plaza, la cual tiene el honor de presidir, como con el resto de edificaciones adyacentes y cercanas: el convento de San Francisco o la ermita de la Cruz, entre otras emblemáticas edificaciones de la villa. Un paseo por sus calles, hoy perfectamente adoquinadas e integradas en su casco urbano, es suficiente para ser consciente de la intensa historia que tiene... y retiene... esta coqueta localidad terracampina.
Sus calles se entremezclan entre soportales y casas de media altura cargadas de ornamentos y legados medievales; hay que decir, que impregnan a este pueblo palentino un aire sumamente elegante, que estimula en el sexto sentido del visitante una transpolación a años ancestrales en los que la vida, tal vez, no fuera tan gentil ni tan amable como ahora sus nuevos y renovados aires insuflan. Historia que se remonta a varios cientos de años atrás, aunque sus momentos de máximo esplendor se sitúen en la Alta Edad Media, dejando su impronta en muchos de los conjuntos urbanísticos, tanto civiles, como eclesiásticos, que la noble villa de Ampudia alberga y conserva con extremado mimo.
Colegiata de San Miguel |
Por lo visto, Ampudia ha sido pionera en implantar la razón, y conseguir concienciar a los responsables de administraciones, colectivos, agentes de desarrollo local, etc., lo importante que es, para nuestro desarrollo como sociedad, dignificar la historia y el legado de nuestros antepasados, conservando y manteniendo el patrimonio en localidades de ámbito rural que, por pequeñas que sean, no han dejado de formar parte de la colectividad de nuestra memoria histórica.
Hace años que este pueblo palentino fue consciente del enorme empuje económico que constituye poner en marcha el motor de su rica historia para así conseguir un cambio sustancial y definitivo en el sector productivo tradicional de los pueblos de cualquier ámbito rural. De hecho, con permiso de otros significativos casos de éxito... el turismo rural nació en Ampudia. Esta afirmación, aunque sea altisonante, no es una simple fanfarronada de este humilde bloguero. Quién no ha oído hablar de la Casa del Abad, paradigma en España de establecimientos rurales, que alberga en su vitola de identidad el ser uno de los de mayor prestigio, y de más encanto de nuestra bien llamada piel de toro. No es el único establecimiento de este tipo en la localidad, hay una diversa oferta rural, todas de gran calidad, que preservan como nadie el encanto histórico de la villa y la extraordinaria gastronomía local que ha sido transmitida durante generaciones por las gentes hospitalarias de esta bella localidad.
Pero las sorpresas no acaban con la visita al centro urbano del municipio ampudiano, ni mucho menos. A unos cientos de metros de este, escoltado por una bella ermita, encontraremos el Castillo de Ampudia, una edificación de auténtico estilo señorial castellano, hoy, en manos de la Fundación Eugenio Fontaneda. Esta Fundación se ha encargado de realizar, muy acertadamente durante los últimos años, un trabajo de conservación, mantenimiento y divulgación digno de admirar y agradecer, lo que hace que la visita a este excepcional Castillo sea una opción obligada en nuestro recorrido por la localidad.
En definitiva, y como ya es costumbre en mis publicaciones, solo quiero recordar a mis lectores que estos artículos no buscan detallar en todo su extensión el arte y patrimonio de cada uno de los lugares que visito, para eso están los verdaderos especialistas en dichas materias - pues yo no lo soy- y la abundante documentación que se puede encontrar a través de Internet sobre los temas en cuestión. Yo, simplemente, busco reflejar, con mi cámara fotográfica al hombro, mi punto de vista sobre una vivencia, un sentimiento, y dejarme llevar por la pasión hacia mi tierra... Palencia.
Para finalizar, solo recordar a los lectores de este blog... si hay un castillo... estás en Ampudia.
#Palencia, un gran museo al aire libre.
Hace años que este pueblo palentino fue consciente del enorme empuje económico que constituye poner en marcha el motor de su rica historia para así conseguir un cambio sustancial y definitivo en el sector productivo tradicional de los pueblos de cualquier ámbito rural. De hecho, con permiso de otros significativos casos de éxito... el turismo rural nació en Ampudia. Esta afirmación, aunque sea altisonante, no es una simple fanfarronada de este humilde bloguero. Quién no ha oído hablar de la Casa del Abad, paradigma en España de establecimientos rurales, que alberga en su vitola de identidad el ser uno de los de mayor prestigio, y de más encanto de nuestra bien llamada piel de toro. No es el único establecimiento de este tipo en la localidad, hay una diversa oferta rural, todas de gran calidad, que preservan como nadie el encanto histórico de la villa y la extraordinaria gastronomía local que ha sido transmitida durante generaciones por las gentes hospitalarias de esta bella localidad.
Pero las sorpresas no acaban con la visita al centro urbano del municipio ampudiano, ni mucho menos. A unos cientos de metros de este, escoltado por una bella ermita, encontraremos el Castillo de Ampudia, una edificación de auténtico estilo señorial castellano, hoy, en manos de la Fundación Eugenio Fontaneda. Esta Fundación se ha encargado de realizar, muy acertadamente durante los últimos años, un trabajo de conservación, mantenimiento y divulgación digno de admirar y agradecer, lo que hace que la visita a este excepcional Castillo sea una opción obligada en nuestro recorrido por la localidad.
En definitiva, y como ya es costumbre en mis publicaciones, solo quiero recordar a mis lectores que estos artículos no buscan detallar en todo su extensión el arte y patrimonio de cada uno de los lugares que visito, para eso están los verdaderos especialistas en dichas materias - pues yo no lo soy- y la abundante documentación que se puede encontrar a través de Internet sobre los temas en cuestión. Yo, simplemente, busco reflejar, con mi cámara fotográfica al hombro, mi punto de vista sobre una vivencia, un sentimiento, y dejarme llevar por la pasión hacia mi tierra... Palencia.
Para finalizar, solo recordar a los lectores de este blog... si hay un castillo... estás en Ampudia.
#Palencia, un gran museo al aire libre.
Castillo y ermita. Ampudia |
Plaza Colegiata de San Miguel. Ampudia |
Panorámica de Ampudia |
Fotografías propias previamente retocadas
Mi blog de fotografía:
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