Guardo tiene patrimonio, cómo no... y muy interesante. No todo gira entorno a la pila bautismal románica o a la reliquia de Santa Columba, ambas custodiadas en la iglesia de San Juan Bautista. Guardo guarda con verdadero celo dos tallas de Cristo, en madera, que son de excepcional valor artístico, sin duda alguna; bueno, realmente son tres, no olvidemos el excepcional Cristo de la Agonía que preside el altar de la iglesia de San Juan, pero de esta ya hablaremos en otro momento. Patrimonio que, a lo largo de los años trascurridos desde su tallado, ha sido testigo de excepción de los aconteceres diarios de sus devotos. Ambas tallas representan con extraordinaria viveza al Santo Cristo del Amparo, muy venerado en Guardo. De hecho, en Guardo, contamos con una ermita advocada a dicho Cristo, de sobra es bien conocido este paraje y santo lugar.
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El Cristo, años cincuenta. Foto: Imágenes del viejo Guardo |
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Ermita del Cristo, el Espigüete al fondo |
En la actualidad, los guardenses disfrutamos de una bonita ermita situada en un bello paraje de montaña. Custodiada muy de cerca por la entrada occidental a la Montaña Palentina y siempre a la vista del imponente pico Espigüete, no en vano, Guardo es denominado desde tiempos ancestros la "Boca de las Alturas". De esta hermosa nomenclatura posiblemente derive el nombre de mi pueblo natal: Bucardum, Boardo, Guardo, según el sacerdote don Quirino Fernández, tal como afirma en su obra "El Señorio de Guardo".
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Procesión del Cristo junto a la ermita, con la cruz original.
Foto: Imágenes del viejo Guardo |
La ermita ha sufrido múltiples reformas hasta llegar a su estado actual. Posiblemente, hace muchos, muchos años, existiera en el lugar una pequeña ermita románica, de ser así, es posible que fuera una edificación del siglo XII, incluso antes, pues además este paraje fue paso de los peregrinos de montaña que iban a Compostela en busca del Santo del Atlántico, a través del Viejo Camino de Santiago, una vez atravesada la Montaña Palentina. Pero lo que sí parece cierto es que la ermita, años atrás, lució en su interior las dos primeras tallas que este narrador indica en los inicios de esta narración, no así la tercera, la del Cristo de la Agonía, que parece claro que siempre ha estado en lugares predilectos en la iglesia de San Juan y hoy en el altar de la iglesia, aunque no siempre presidió su altar. Además, las dos tallas del Cristo del Amparo, en su tiempo, han procesionado a hombros de los devotos guardenses por la campa del Cristo, en los alrededores de esta. Hoy, una de ellas, la del siglo XVIII, procesiona en la Semana Santa guardense por las calles de la localidad minera.
Pero en este artículo quiero referirme a la primera talla, a la más antigua. Esta obra de arte tiene un singular valor artístico y, para mí, también un especial valor de carácter sentimental. Es muy posible que su tallado se produjera en tiempos del final del medievo, aunque ya en el ocaso de este periodo, muy avanzado el
siglo XV, incluso el XVI. Es una talla de dimensiones pequeñas, no llega al metro de altura. Hoy luce una moderna cruz, que según las fotografías que he podido analizar no es la que el maestro escultor talló originalmente. Tal vez fuera sustituida en los años cincuenta por su deterioro, según se aprecia en las fotografías que acompaño a esta publicación. Hay que reconocer la labor del sacerdote Graciliano Roscales Olea, escritor, restaurador y, en su día, durante 20 años de su vida, archivero del Real Oratorio del Caballero de Gracia de Madrid. Don Graciliano es otro de los ilustres guardenses, ya fallecido, que no debemos de olvidar. Su intensa e interesante obra literaria ha dejado profunda huella. Los guardenses tenemos que agradecerle que en 1998 se pusiera manos a la obra y culminara una interesante restauración sobre esta antigua talla del Cristo del Amparo, que según nos cuenta don Jaime estaba en un estado lamentable.
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Procesionando en la campa del Cristo con la cruz actual
Foto: Imágenes del viejo Guardo |
Hoy nuestro Cristo está perfectamente custodiado y conservado por nuestros párrocos y sus fieles. Tengo que agradecer las facilidades que los sacerdotes guardenses, Isaac y Jesús, me han brindado para obtener las imágenes mostradas a continuación del Cristo del Amparo, así como a Jaime García Reyero que me ha facilitado datos vitales para completar esta publicación. Aporto unas fotografías actuales del Cristo en cuestión para hacernos una idea del extraordinario legado que nuestros antepasados han dejado al patrimonio guardense.
Es sin duda la talla más antigua que conservamos en la localidad y por eso debemos ponerla en valor, aunque personas como Jaime García Reyero hacen día a día una valiosísima labor de divulgación, recuperando la memoria de nuestro pueblo con los libros que ha dedicado a la historia de Guardo. Es una divinidad observar de cerca esta obra de arte... y mientras disfrutas relajadamente de su imagen... la imaginación se te escapa y vuela a aquellos años de transición del Medievo a la Edad Moderna, en los que la vida diaria no fuera tan amable ni tan sencilla, pero nos dejó un recuerdo ya imborrable de su época. En breve hablaremos de las otras dos tallas que restan, os espero pronto en este blog...
Continuará...
Vistas virtuales en 360º de la ermita del Cristo
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