Interior de la iglesia |
Y de las entrañas de la piedra surgió... el espíritu románico. Es lo primero que vino a mi cabeza el día que tuve la ocasión de visitar la "Catedral de la Piedra", la iglesia rupestre de la bella localidad palentina de Olleros del Pisuerga. Dicha iglesia, de los Santos Justo y Pastor, es merecedora de tan digno adjetivo, pues seguramente sea el mejor y, por dimensiones, el mayor templo de origen rupestre, plenamente conservado, labrado sobre la misma roca y orgulloso de poder presumir de algo más de un milenio de historia y vida propia...
Olleros de Pisuerga es una visita obligada dentro de la ruta del "Románico Norte Palentino", aunque esta hermosa iglesia rupestre date su inicio de construcción algunos siglos atrás. Bajo el influjo de Aguilar de Campoo, esta pedanía perteneciente a la villa galletera ostenta un encanto especial. Rezuma historia por todas sus calles, un paseo por el pueblo es un trasvase de sensaciones difícil de superar, pero es en el momento de vislumbrar el actual campanario de la localidad, empecinado sobre una cueva horadada sobre la base de su propio terreno, que parece ser que fue, muchos años atrás... pero que muchos... un santificado baptisterio, cuando empiezas a intuir que estás en un lugar cargado de historia y emotividad.
Campanario de la iglesia rupestre, al fondo estructura del campanario mencionado |
Si tienes la tranquilidad de contemplar al albor del día los primeros rayos de luz, que cruzan la estructura pétrea de dicha campana, en ese mismo instante, serás consciente de que además estás en un auténtico lugar de poder. El simple pero poderoso campanario que mira altivo hacia los cielos es el preludio de lo que esconde esta roca en sus entrañas. Tal vez el sobrio hombre del siglo VII de estos lares, ante la vista de tan majestuoso cerro, no dudó en comenzar a horadar sus entrañas en busca del corazón sangrante de la tierra para expiar sus pecados y así dignificarse para entregarse al poder de Dios y purificar de nuevo esta humilde tierra. Muchos siglos después, los maestros talladores de la comarca, impregnaron en aquella primitiva obra sus más ilustradas enseñanzas, con el afán de proseguir construyendo en aquel lugar lo que, cientos de años después, fuera considerada como la gran Catedral de la Piedra.
Y de las piedras... surgió el campanario |
En definitiva, el conjunto eremítico rupestre de los Santos Justo y Pastor es un legado dejado por nuestros antepasados, que tenemos la obligación y el deber de preservar y conservar. Solo cumpliendo este sencillo mandamiento, seremos merecedores de preservar nuestra propia encomienda. No lo olvidemos nunca.
Palencia, un gran museo al aire libre.
Pila Bautismal |
Actual campanario. Antigua torre de vigilancia fortificada |
Fotografías propias previamente retocadas
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Magnífica página.
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