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El legado de Recesvinto en Baños del Cerrato, San Juan de Baños


Cuando ya muy entrado el siglo VII, el Rey Recesvinto ordenó la construcción de la impresionante Iglesia de San Juan, en lo que en épocas romanas fuera la población de "Balneos", con seguridad, no era consciente de que las hermosas imágenes del excepcional templo, que ordenó construir en veneración a su milagrosa curación y erigida a la advocación de su santo predilecto, San Juan, navegarían a velocidades de vértigo, y en formato digital a través de enormes océanos de bites, mostrando todo su esplendor y sintiéndose enormemente orgullosa de ostentar el título de ser el templo de culto cristiano -cuanto menos totalmente conservado- más antiguo de esta histórica España nuestra.

Allá por el año 699, para los visigodos -año 661 de nuestro calendario moderno-, posiblemente, la afección renal que el monarca visigodo padecía, fue lo que motivó a detenerse, en estos pagos cerrateños, a la comitiva real, cuando regresaban de las abruptas tierras del norte. Las cruentas batallas libradas contra los rebeldes vascones del norte peninsular, habían mermado significativamente la moral de sus tropas. Maltrechas y cansadas, exigían sin cesar a sus superiores unos momentos de asueto y descanso por los largos meses transcurridos fuera de su guarnición. Estas tierras palentinas, ricas en el cultivo del cereal desde tiempos inmemorables, fueron años atrás sometidas por el Imperio Romano, su legado, uno de los mejores balnearios en muchos kilómetros a la redonda. Al llegar al lugar, el Rey pensó que era el sitio apropiado para reordenar y levantar la moral de sus hombres, ofreciéndoles a su vez el merecido descanso que reclamaban. Días atrás, el Monarca había enviado una pequeña avanzadilla a la zona, con la intención de preparar el terreno para el nuevo asentamiento. Recesvinto, enfermo y cansado por las vicisitudes acontecidas a lo largo del camino, ordenó a sus hombres que acamparan junto a la antigua población romana de “Balneos”; otrora prestigioso balneario comarcal, ganado a pulso gracias a las propiedades curativas de sus aguas termales. Sus aguas eran frecuentemente utilizadas para curar diversas dolencias y de habitual prescripción para combatir las terribles enfermedades de la época. 

Una vez en el lugar, Recesvinto no dudo en beber de aquellas aguas milagrosas. Su mejoría fue verdaderamente notable. Al poco tiempo, el Rey, convencido de que la recuperación de su salud era debida a la ingesta de las aguas, informó a sus allegados de su mejoría y en consecuencia de la desaparición de sus terribles dolores. A su vez, en aquel preciso momento y frente a las aguas del manantial, el Rey ordenó a sus aguadores que procurarán de estas a toda su tropa sin distinción, pues estaba plenamente convencido de que las propiedades del líquido elemento devolvería a sus desfallecidos hombres la vigorosidad mostrada en batalla ante los aguerridos vascones.


El Rey, aquel mismo día... ante el manantial que surtía al balneario, prometió y juró levantar en honor a San Juan una nueva iglesia. Recesvinto, restablecido por completo de su enfermedad, no dudó ni un momento en iniciar conversaciones con la autoridad eclesiástica de la diócesis. Las gestiones no se hicieron esperar, y la construcción de la iglesia comenzó de inmediato... era orden del Monarca. Tiempo después, cuando el Rey regresó a estas tierras, contempló, en un mágico atardecer cerrateño pleno de luz y esplendor, el templo levantado en agradecimiento a su sanación. No pudo contener su entusiasmo ante tan hermoso templo, y dirigiéndose a sus hombres, les aventuró solemnemente y frente a esta, que su veneración perduraría hasta el confín de los tiempos... hermosa, culta, altiva y respetada... muy respetada, para orgullo de todos los cerrateños. 


Hoy, es muy posible que no contemplemos la misma imagen que Recesvinto observó aquella tarde cerrateña, de hace ya mil trescientos cincuenta y tres años. Tampoco el actual pueblo de Baños del Cerrato es hoy conocido como "Balneos"; en la actualidad, pequeño núcleo de población perteneciente a la localidad palentina de Venta de Baños. Pero de lo que sí estoy seguro... es de que el Rey, y no pienses que soy un tanto pretencioso, sintió la misma grandiosidad, ante dicha basílica, que yo sentí en mi primera visita a esta otra bella desconocida palentina... o qué digo, posiblemente algo más conocida, sobre todo para los que hicimos la E.G.B. ¿O no te acuerdas de su hermosa imagen... en aquellos singulares libros de texto?

Y este es su legado...

Ver vista esférica en 360º del interior de la Basílica y de la Fuente de Baños del Cerrato.
(Mover con el ratón en todas las direcciones)









Vídeo:




Fotografías propias previamente retocadas
Mi blog de fotografía: 

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Una joya como esta Iglesia merece un articulo traducido en Inglés. Para que muchas turistas del Norte de Europa tambien conoce este joya del pasado.

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