Es multicolor, pero el rojo predomina en su armoniosa estructura. En esta intensa gama de colores, el amarillo le acompaña en su travesía por el tiempo, el grisácio le da un toque sensorial fuera de lo emotivamente normal. La piedra de sillería de arenisca que, durante muchos... muchos años, utilizaron los lugareños portan al conjunto monacal de una policromía de diferentes tonalidades, principalmente, rojizas, grisáceas y amarillentas, que le otorgan un encanto especial sin igual. Su fábrica inicial es de aspecto monumental, su arquitecto lo consiguió utilizando grandes sillares en su construcción. Destacan su triábside y el sobresaliente cimborrio que se descubren a la vista del amante del románico desde el lugar del naciente; y esto... y mucho más... es lo primero que llama la atención al llegar a la puerta de entrada del muro del cierre exterior de este espectacular monasterio. Sus impactantes tonalidades... dejan ya entrever, desde el primer momento, una explosión de arte visual único, que una vez dentro del templo vas a tener la oportunidad de contemplar y ampliar con gran perspectiva.
Pero espera un momento... si lo que buscas es románico auténtico, franquea la puerta de entrada de este bello conjunto monacal... y sorpréndete, vívelo intensamente... emociónate con el espectacular pórtico de entrada a la iglesia, es, simplemente, impresionante. El colorido de su sillería y de la piedra de mampostería con el que está tallado, le impregna un cariz especial; este lugar, es la entrada al espiritual mundo de los sentidos, que nunca pudieron escapar de su... durante mucho tiempo silenciado claustro. Su estado de conservación se puede considerar como de bastante razonable, el tiempo parece haberse detenido en sus bellas arquivoltas dentadas, surrándote al oído las innumerables historias silenciosas, que antaño golpeaban sobre la memoria de sus fieles al franquear este umbral. Es sobrio, sencillo, pero a la vez de laboriosa elaboración, las manos del experto tallador dejaron sobre los sillares la impronta de su destino. Tiene un ligero parecido al extraordinario pórtico de su vecina, la iglesia de Revilla de Santullán, aunque este último, el tiempo se ha encargado de transmitir de generación en generación su amable y sencilla lectura perfectamente intacta y descriptible.
Mave fue antaño un importante y estratégico enclave de toda la comarca "románica", así se deja entrever en los datos históricos a los que se puede acceder... no solamente a través de Internet, pues sus muros de piedra te sugieren la lozanía de su antiguo pasado si lees con atención la inscripción que perdura en la piedra rojiza, de la entrada principal a su hastial occidental. Es, también, claro ejemplo de influencia arquitectónica de la zona, porta diferentes toques de los canteros de época con claras influencias más europeas... tal vez más lombardas. En época visigoda, Mave ya comandaba el espíritu devoto más genuinamente castellano, así lo dice su intensa historia, si sabemos leerla con buena atención. Su interior es un gozo constante de arte y espiritualidad. El alma del monasterio se impone sobre tres naves principales, que aportan a su vez tres tramos perfectamente uniformadas. Mires adonde mires, encuentras un motivo para ensimismarte. Espectacular es su "Cristo Crucificado"; al alba, cuando los rayos de luz inciden sobre sus románicos ventanales, Jesús crucificado aparece sobre el incipiente contraluz, invitándote a cerrar los ojos y retener su imagen, ya para siempre, en tu memoria.
La Mesa del Altar surge de la piedra más profunda del templo, ensamblándose bajo el arco triunfal como si de un capitel más se tratase. En definitiva, pocos lugares inspiran tantos momentos de paz al visitante como este convento. Ni tantos lugares... para el reposo actual, son tan atrayentes como este legado de la historia castellana más milenaria. Ahora, los más y los menos devotos de la prisa actual... encontrarán en este lugar unas instalaciones para el relajo y la paz, no solo del alma y del espíritu, sino también, para el disfrute de los placeres y otros sentidos humanos mucho más mundanos. Es un lugar de pasión... devoción... espiritualidad, rebosa arte por toda su estructura, es Santa María de Mave, el Monasterio románico por excelencia.
Fotografías propias previamente retocadas
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1 comentarios:
Bonito, interesante. Wilma Raggio
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