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El Canal, camino de prosperidad de la otrora Castilla


Villaumbrales. Museo del Canal. Barco Juan de Homar
"El Canal de Castilla es la mayor obra de ingeniería hidráulica de la ilustración española". Esta frase, hoy, no por socorrida deja de ser absolutamente cierta. En aquellos tiempos, cuando su precursor, el Marqués de la Ensenada -más bien ejecutor, pues algunos siglos antes ya consta la idea de realizar este ambicioso proyecto-, promovió esta ingente obra de ingeniería, por entonces básicamente para satisfacer necesidades comerciales, con seguridad, no era consciente de que su empeño, concebido a base de sangre, sudor y lágrimas de las gentes de la época, casi unos trescientos años después, se convertiría en todo un referente cultural y turístico de primer orden en la Comunidad de Castilla y León, en general, y en particular, en toda nuestra provincia, Palencia... convirtiéndose así hoy, este inacabado sueño, en el merecido pago a tanto esfuerzo realizado por nuestras gentes en su dura y penosa construcción. En la actualidad, "El Canal" ya no es solamente el sueño de aquel Marqués que ostentaba grandes influencias en la Corte Española del Rey Fernando VI, sino, a su vez, esta majestuosa obra de ingeniería hidráulica, que recorre buena parte de la provincia, se ha convertido en la realista ensoñación (junto con la Olmeda, el Camino de Santiago, la Montaña Palentina o nuestro Bello Románico, por poner algunos significativos ejemplos) para que haga despertar de un inmerecido letargo turístico poniendo a nuestra provincia en valor y, por extensión, en el centro del turismo patrimonial y cultural de este globalizado mundo nuestro.

Hoy, el Canal de Castilla no es un simple "camino de aguas prestadas", volcadas a su seno por los orgullosos -y genuinamente palentinos en estos lares- ríos  Pisuerga y Carrión. Ni es tan siquiera un simple trazado de aguas tranquilas atrapadas en su propio destino, que solo se enfurecen cuando salvan desniveles, en algunos casos de unas cuantas decenas de metros encontrados a su paso rompiendo su rectilíneo trayecto. Ni es ya, en estos tiempos, la ensoñación que el Marqués de la Ensenada ordenó ejecutar allá por el siglo XVIII, convencido de que su obra de ingeniería, una vez conclusa, retaría a las economías más prósperas y poderosas de la ya entonces altiva Europa. Hoy, el Canal de Castilla es el sueño de prosperidad de los pueblos ribereños. Es un alivio de esperanza reflejado en sus aguas, en sus senderos, en sus esclusas, en sus puentes y acueductos, en sus paseos y, tal vez también, en las edificaciones que a lo largo de este camino de aguas encantadas salpican el paisaje interior de la más genuina Castilla de estos nuevos tiempos, que ha dejado atrás... muy atrás, épocas de polvo y trigo .

Esclusa de Villamuriel. Harinera
El visitante encuentra en el paisaje ribereño del canal un lugar donde practicar los más saludables deportes. A pie, a caballo, en bicicleta, en barco, incluso en piragua, en grupo o en solitario, y para cualquier edad, el canal ofrece una inigualable sensación de tranquilidad difícilmente encontrada en otros lares más típicos y populares de esta piel de toro nuestra. Pero no solamente es un sano ejercicio de esparcimiento para adulzorar nuestros sentidos, a su vez,  lo es también para poder admirar las ingentes obras realizadas entorno al canal. Es, sin ningún género de duda, una buen motivo para llevarte una estupenda fotografía del lugar. Esclusas, dársenas. puentes, acueductos y puertos fluviales convierten la visita al canal en un momento imprescindible para los amantes de la fotografía y arrancarle las mejores imágenes posibles para luego compartir... y volver a compartir... por las redes sociales del Internet actual, y así multiplicar por mil este merecido paseo virtual.

Esclusa de Dueñas
Tal vez las esclusas son el elemento arquitectónico de todo el circuito fluvial más espectacular e impactante. El canal cuenta con 49 esclusas de diferentes tipos y estilos. Su función era -y es- la de salvar los desniveles de terreno que encuentra a su paso este "camino de aguas encantadas". Existen varias y diferentes variantes: cuádruples, triples, etc.; todas ellas, configuran una imagen única, a veces incluso mágica, que hace borbotar el agua en busca de un nuevo camino silbando al ras de los oídos con un suave canto, verdaderamente placentero. No es cuestión de buscar unanimidad en los diferentes gustos, en el estilo, o la variante más espectacular de estas, cada una tiene para los diferentes espectadores su encanto especial. Para mí, la triple esclusa de Calahorra de Ribas es sin duda la más espectacular, pero en nada hace desmerecer al resto. El Serrón, Viñalta, Frómista, Dueñas, Villamuriel, etc., todas son esclusas absolutamente dignas de admirar. Pero dentro de estos elementos fluviales, no se quedan atrás dársenas, puentes, etc. En Palencia capital, tal vez, cuenten con la más atractiva de las cuatro dársenas existentes en el recorrido -con permiso de la de Alar del Rey, que es otra maravilla del canal-, pero esto lo digo no por su arquitectura en sí mismo, que también, sino por su privilegiada situación. Goza de una protección especial bajo el manto de la catedral palentina, el palacio episcopal y es observada muy de cerca por la torre de la iglesia de San Miguel, ubicada en la misma capital a la ribera del río Carrión. Ya en tiempos, la dársena de Palencia era utilizada incluso como puerto fluvial para el transporte de pasajeros dirección Valladolid, camino de Villamuriel y Dueñas, pero, en este aspecto, otras nuevas vías de comunicación modernas, como el ferrocarril, aceleró su prematuro ocaso. Vetustas harineras, almacenes de cereales, embarcaderos, etc., constituyen un valor patrimonial que estamos obligados a preservar, dejando este impresionante legado intacto para orgullo de nuestras generaciones venideras.

Esclusa de Grijota
En definitiva, como dicen en Frómista, el canal es como una máquina del tiempo en continuo funcionamiento y, como siempre, por mi parte, solo me queda decir que este artículo no pretende explicar minuciosamente esta gran obra hidráulica ejecutada en lo que fuera la Castilla de siglos pasados, sino, simplemente, poner en valor nuestro inmenso patrimonio y arrancar  en el "viajero del tiempo", aunque sea un iluso ejercicio de pretensión por mi parte, un motivo más para visitar nuestra provincia... rica, muy rica en patrimonio, que además está a pie de calle y... sin ticket de entrada.

#Palencia, un gran museo al aire libre

Ver imagen en 360º de la esclusa de Calahorra de Ribas (girar imagen con el ratón):



Esclusa de Calahorra de Ribas
Monumento conmemorativo. Esclusa de Calahorra de Ribas
Esclusa de Villamuriel
Esclusa de Viñalta
Esclusa de Viñalta
Cuádruple esclusa de Frómista
Esclusa de Villamuriel. Harinera
Esclusa del Serrón
Intersección en Palencia con el ramal de la Dársena
Ramal Dársena de Palencia
Dársena de Palencia
Puente sobre el Canal de Castilla en Calahorra de Ribas

Fotografías propias previamente retocadas
Mi blog de fotografía: 

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